

Luego de varios años de administrar un grupo numeroso en el que frecuentemente aparece gente interesada en adquirir un cachorro de raza como el caniche uno empieza a detectar que hay ciertas cuestiones se preguntan una y otra vez de manera repetitiva. En este informe apuntaremos a dar información y crear conciencia sobre estas cuestiones que conviene tener en cuenta a la hora de adquirir un cachorro como mascota para nuestra familia. No abordaremos en este artículo la tarea de adquirir un cachorro con perspectivas a ser un reproductor para el plantel de un criadero, o un perro para show.
No diremos en esta nota todo lo que un criador serio debería informarnos sobre el cuidado del cachorro que nos está vendiendo, lo cual es parte de su trabajo y responsabilidad, especialmente en todo lo relativo a la salud del animalito, incluyendo su plan de vacunación y desparasitaciones.
LA DECISIÓN: EL CANICHE ES UN PERRO
Adquirir un cachorro de caniche debería ser el resultado final de un proceso en el que previamente hayamos tomado conciencia de todo lo que significa hacerse cargo de un ser vivo.
En este sentido no debemos olvidar que un caniche es un perro y sus necesidades básicas son las mismas que las de cualquier otro perro: alimentación, salud, diversión, afecto, etc.
Quizás la aclaración de que el caniche es un perro suene un tanto absurda, pero en mi experiencia me encuentro muchas veces con gente realizando preguntas sobre los caniches como si se trataran de alguna clase de criatura diferente al resto de la especie canis lupus familiaris.
¿POR QUÉ UN CANICHE?
Hay un refrán que dice que sobre gustos no hay nada escrito, y lo mejor que podemos hacer si vamos a incorporar un perro a nuestra familia es que sea uno que nos guste. Así que la mejor respuesta para esta pregunta es: Porque me gusta.
En el caso de que nos gusten varias razas y estemos indecisos, hoy en día hay abundantes recursos de los cuales es fácil obtener información sobre todas las razas caninas que nos interesan. Consultar directamente con los criadores y propietarios de perros de las razas que nos gustan es también algo muy recomendable para llegar a una conclusión satisfactoria.
¿QUÉ TAMAÑO?
Si bien el caniche hoy es considerado un perro de compañía, sus orígenes se remontan a un pasado de perro cobrador acuático de presas. En este sentido, el caniche en sus orígenes no era un perro pequeño.**Este proceso de transformación de perro de cacería a peluche faldero se lo debemos a los criadores que con sus procesos de selección genética a través del tiempo y generación tras generación, fueron moldeando perros más adecuados como animales de compañía en una suerte de miniaturización biológica.
El resultado de esta tarea lo podemos apreciar en las distintas variedades que hoy tiene el caniche y que tratamos en detalle aquí.
Por lo tanto una de las primeras cosas a decidir una vez que estamos seguros de que queremos un caniche es cuál es la mejor variedad que nos conviene adquirir dependiendo de nuestros gustos, y también de nuestras necesidades que pueden verse afectadas por factores como quienes son los integrantes de nuestra familia (niños, ancianos, otras mascotas), espacios disponibles en el hogar, facilidad de transportar a la mascota con nosotros cuando viajamos, etc.
En Argentina, por diversos motivos que exceden el objetivo de este informe, se ha vuelto tremendamente popular la variedad toy. Estos pequeños animalitos suelen ser excelentes compañeros como los del resto de las variedades de caniche, pero a veces debemos pensar si son los más adecuados para nuestra familia más allá de las modas y las tendencias. Si en nuestra familia hay niños muy pequeños o perros grandes, quizás un caniche toy puede resultar un animal demasiado frágil y convenga considerar incorporar un ejemplar de mayor porte, como un miniatura, un mediano o un gigante.
Debido a la demanda sensiblemente menor, los caniches de variedades distintas al toy pueden ser difíciles de conseguir en Argentina.
Son muy frecuentes los casos de personas que adquieren un cachorro del cual el criador dice que se trata de un caniche toy y de adulto termina teniendo el tamaño de un miniatura, o más grande aún. Si bien ningún criador podrá asegurarnos el tamaño exacto que tendrá un perro al llegar a la edad adulta, su honestidad es fundamental a la hora de no tener sorpresas con esta cuestión.
Si, por ejemplo, adquirimos un cachorro de caniche toy pequeño porque es importante que pueda viajar con nosotros en la cabina de un avión (pet-on-board) es muy importante poder confiar en que el perrito que elegimos tendrá un tamaño adecuado cuando llegue a la edad adulta.
Tampoco son raros los casos de cachorros que son vendidos como caniches y luego terminan siendo otra clase de perros. En esto no podemos más que aconsejar utilizar el sentido común y una buena dosis de cautela para no ser engañados.
LOS EXTRAS DEL CANICHE
Cuando sumamos un caniche a nuestra familia debemos tener conciencia de que por sobre los cuidados habituales que requiere cualquier perro el caniche trae consigo la responsabilidad de cuidar un manto con pelo que nunca se cae, crece constantemente y tiende a anudarse si no recibe cuidado. Esto no es sólo por cuestiones estéticas y de prolijidad, sino también por salud e higiene.
Al integrar un caniche a nuestra familia debemos estar dispuestos a asumir este compromiso de dar estos cuidados mínimos e indispensables a nuestra mascota.
Cuidar el pelo de nuestros caniches no es algo muy difícil. Podemos hacerlo nosotros mismos o podemos dejar que manos profesionales se ocupen del tema.
¿CON PAPELES O SIN PAPELES?
Este es uno de los temas que recurrentemente aparecen todo el tiempo y en el que muchos criadores lamentablemente abusan la desinformación del público.

Si un criador nos dice que nos ofrece el mismo animal con o sin papeles – obviamente mucho más caro “con papeles” – debemos saber que estamos ante una persona que nos está queriendo engañar.
“Los papeles” son la documentación del perro. No existe ninguna obligación legal para registrar la identidad de un perro pero al igual que en la cría de otras especies animales, existen registros genealógicos establecidos en los que es posible inscribir a los animales según su raza.
Esta historia genealógica registrada y documentada es lo que se denomina el pedigrí del perro.
Para los criadores de razas caninas contar con un registro genealógico en el cual poder registrar los orígenes de los animales es algo fundamental para su actividad. En el país existen unos pocos registros genealógicos caninos, siendo el de la Federación Cinológica Argentina (FCA) el más importante en la actualidad.
Es muy importante saber que el costo de esta documentación es accesible y realmente insignificante con respecto al valor al que se suele vende un cachorro, y un criador inscripto en un registro genealógico tiene la obligación de inscribir en el mismo a todos los ejemplares que nacen en su criadero. Es por esto que la oferta de un animal con papeles “optativos” debe ser motivo de alarma de nuestra parte. Que un perro tenga papeles no es garantía de que sea “buen perro” o mejor que otros perros.
Que quede claro: El valor de un perro no depende exclusivamente de su pedigrí. Podemos escuchar que los criadores nos tratan de cautivar con frases como “es hija de X, gran campeón” y eso, en principio, no debería influenciarnos especialmente si estamos buscando un ejemplar como mascota donde lo más importante será obtener un animal saludable y que a nosotros nos guste. Esto es lo más importante: que por sobre todo nos guste, nos encante y enamore el cachorrito o cachorrita que estamos eligiendo en un criadero. Como ya aclaramos al principio, estamos hablando de mascotas y no de perros para reproducción y/o exhibición.
LAS TAREAS DEL CRIADOR Y EL PRECIO
Cuando uno paga por un un cachorro, además de obtener la propiedad de ese animal, está retribuyendo el trabajo realizado por su criador que empieza con bastante anterioridad al momento en el que los cachorros son concebidos al cruzar dos ejemplares.
Los buenos criadores no cruzan animales sin razón, con el mero objetivo de obtener cachorros para la venta, sino que invierten una importante cantidad de tiempo para decidir qué ejemplares es mejor combinar. Su experiencia y conocimientos de la raza son de importancia fundamental a la hora de realizar cruzas de las que resulten buenos ejemplares.
Con respecto al precio, en este punto es recomendable realizar una investigación del mercado y ver qué precios se están manejando, pero también debemos tener en cuenta que no todos los perros valen lo mismo. Es muy normal que distintos perros del mismo criador e inclusive de la misma lechigada sean ofrecidos a diferentes precios. Estas diferencias vienen de la mano de la calidad individual de cada perro medida en función del estándar de la raza. Los cachorros con características que permiten suponer un mayor cumplimiento del estándar cuando sean adultos van a ser más caros, pero debemos saber que en esto hay una gran dosis de incertidumbre. Recordando que pensamos en una mascota, esto no nos debería importar mayormente.
LOS DEFECTOS
El estándar es un ideal. La realidad es que no existe ningún perro perfecto y en todo criadero siempre aparecen perros que presentan defectos leves y otros absolutamente descalificadores desde el punto de vista del estándar de la raza, que pueden consistir en: no tener las proporciones adecuadas, tener una mordida incorrecta, falta o exceso de piezas dentales, descenso testicular incompleto en los machos, y otras cosas que los criadores van descubriendo a medida que el animal crece. Es responsabilidad moral del criador informar al comprador sobre los defectos que tiene el perro que le está vendiendo, más aún si estos pueden tener un impacto en la salud del animalito.
Si los defectos no son graves, el criador seguramente ofrecerá estos ejemplares a un precio reducido en calidad de perro mascota, ya que no son ejemplares aptos para cría, y en algunos casos hasta puede llegar a regalar este tipo de ejemplares. No es raro que estos animales se entreguen esterilizados con la finalidad de que no sean usados para reproducción por personas inescrupulosas.
LA HONESTIDAD DEL CRIADOR
En nuestro idioma la expresión “meter el perro” es una demostración cabal sobre la relación que existe entre engaños y canes.
Sería posible escribir un libro entero de anécdotas de engaños y estafas en la compraventa de perros.
Pero debemos saber que afortunadamente existen muchos criadores honestos que trabajan con un muy alto respeto por sus animales y sus clientes. En este último punto no podemos más que aconsejar seguir el sentido común y evaluar caso por caso ante que clase de persona nos encontramos.
(Este artículo fue originalmente publicado en el número 2 de Planeta Caniche Revista Digital)